En los últimos veinticinco años se ha producido en España un
incremento de la participación de la mujer en la vida política, social, y laboral;
Respaldada por la Constitución que consagra: el principio de la igualdad y no
discriminación por razón de sexo; La legislación española ha intentado actuar
favor de la igualdad entre hombres y mujeres, con las leyes dirigidas a la protección
de la maternidad y la conciliación de la vida laboral y familiar; Las políticas
han supuesto un avance, pero aún necesitan mejorar muchos aspectos en igualdad,
ya que en esta sociedad la mujer sigue siendo inferior al hombre en algunos
ámbitos; No es posible conseguir la plena equiparación de
derechos sin la concienciación y colaboración de los hombres.
La desigualdad frente al trabajo
Las mujeres, a pesar de contar con una preparación, al
menos igual que los hombres, se ven discriminadas en responsabilidades
profesionales y en la reducción de salarios y la incorporación en el mercado laboral sin
desvincularse de sus tareas domésticas, provocando una doble jornada laboral. España
ha sido demostrada como uno de los países comunitarios donde las mujeres tienen
menos posibilidades de accesibilidad al mercado de trabajo y peores condiciones
laborales respecto a los a los hombres.
La violencia y los malos tratos
-El 10,8% de las españolas mayores de 18 años, han sufrido
alguna agresión.
-En el 72 % de los casos, no se presenta denuncia.
-Una de las grandes lacras de nuestra sociedad: la violencia
y malos tratos en el entorno familiar (por el marido, padre, hijo…)
-El modelo social tradicional otorga al hombre un papel
dominante en los ámbitos familiar, social, económico, religioso y político; y
somete a la mujer a una posición subordinada.
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